Volver

Se denomina «filosofía analítica» a una amplia corriente filosófica del siglo XX, con una amplia influencia todavía en la actualidad los países anglosajones, sobre todo, y que agrupa diversas posiciones filosóficas con supuestos teóricos muy distintos.
En términos generales se podría afirmar los rasgos más importantes que todas las posiciones que integran la filosofía analítica son los siguientes:
- Asigna al lenguaje un papel fundamental al considerarlo objeto de su reflexión. Los problemas filosóficos se convierten casi siempre en problemas lingüísticos. Concibe la filosofía como una actividad lógica de clarificación y análisis del lenguaje. 

- Algunas versiones o posiciones de la filosofía utilizan la lógica matemática como el instrumento imprescindible para abordar las cuestiones filosóficas.

- Rechaza la metafísica entendida como una disciplina filosófica de carácter especulativo, deductivo y puramente racional.

- Considera a las ciencias experimentales y formales como las únicas formas epistemológicamente válidas de conocimiento.
Las principales posiciones filosóficas de la filosofía analítica son el atomismo lógico, el positivismo lógico o neopositivismo y el positivismo terapéutico o filosofía del lenguaje ordinario.

Unidad de referencia

 

Cuadro 1.

La filosofía analítica es una corriente filosófica cuyos fundadores fueron George Edward Moore (1873-1958), Bertrand Russell (1882-1970) y Ludwig Wittgenstein (1889-1951). Esta escuela de pensamiento protagonizó el denominado “giro lingüístico” en filosofía, es decir, la pretensión de abordar los grandes temas y problemas de la filosofía utilizando el lenguaje como principal instrumento de análisis filosófico. Sus orígenes ideológicos están estrechamente relacionados con la filosofía empirista anglosajona, especialmente con la figura de David Hume (171-1776). Ahora bien, mientras el empirismo de Hume se centraba en el análisis de la naturaleza humana y de la estructura psicológica  de la mente para abordar los grandes problemas de la experiencia humana, la filosofía analítica, heredera de sus ideas, lo hacía desde algo más directamente observable que la mente: el lenguaje.

 

Cuadro 26.

Pragmática. La gramática de una lengua se divide en niveles gramaticales: sintaxis (estudio de reglas de formación y transformación de las oraciones), morfología (estudio de la forma o estructura interna de las palabras), semántica (estudio del significado de los signos lingüísticos) y pragmática (estudio de las relaciones de las palabras y las oraciones con el que los emplea y las circunstancias de la comunicación).

 

Cuadro 21.

En el epígrafe 116 de la Investigaciones filosóficas dice Wittgenstein:
Cuando los filósofos usan una palabra –“conocimiento”, “ser”, “objeto”, “yo”, ”proposición”, “nombre”- y tratan de captar la esencia de la cosa, siempre se ha de preguntar. ¿Se usa esta efectivamente esta palabra de este modo en el lenguaje en el que tiene su raíz natal? Nosotros reconducimos las palabras de su empleo metafísico a su empleo cotidiano.
La actividad filosófica describe el lenguaje, pero no explica el mundo. La filosofía no proporciona nuevos conocimientos, sino que preserva o protege de indeseables invasiones los que ya tenemos. Los enunciados de la filosofía solo describen usos gramaticales, pero no nos proporcionan nuevos datos sobre el mundo (de esto se ocupan las distintas ciencias).

Cuadro 22.

Gilbert Ryle (1979.1976) es uno de los más relevantes discípulos del llamado “segundo Wittgenstein”. Para Ryle, los errores de la metafísica no son sólo errores gramaticales, sino también errores conceptuales o de categorización. Hay que devolver a los conceptos y categorías que se utilizan en cada área de la realidad su significado adecuado. Ryle derivó sus estudios sobre el lenguaje hacia la semántica. Las soluciones a estos errores conceptuales y categoriales delimitan el mapa lógico de un área específica del lenguaje; por ejemplo, el lenguaje de la psicología. Además, la filosofía debe establecer los límites y las relaciones de los conceptos y categorías entre diversas áreas del conocimiento. Por ejemplo, entre la psicología y la sociología como ciencias humanas.  Ryle compara esta labor de ordenación semántica al trabajo de un topógrafo: los topógrafos no se limitan a describir correctamente objetos y zonas aisladas, sino que indican las fronteras y vías de comunicación de estos objetos y zonas con los lugares limítrofes.

 

Cuadro 24.

Función terapéutica. Wittgenstein y sus seguidores de la filosofía del lenguaje ordinario suponen que los problemas filosóficos, especialmente los metafísicos, son como una enfermedad. Los problemas metafísicos son una desviación patológica del uso normal del lenguaje. La filosofía es la terapia o el procedimiento curativo de estas enfermedades. La curación consiste en devolver a las proposiciones contaminadas su uso correcto o sano en el lenguaje.

 

Cuadro 23.

Juegos del lenguaje. Son los tipos de lenguaje que utilizamos en las variadas situaciones de nuestra vida. El número de juegos del lenguaje no está establecido de una vez por todas, pues los juegos del lenguaje cambian: nacen nuevos tipos y desaparecen otros, en función de las necesidades del entorno cultural.

 

Cuadro 25.

Wittgenstein es un claro precedente de la sociolingüística actual. Esta disciplina se basa en el hecho de que los seres humanos producen y utilizan el lenguaje, como principal herramien­ta comunicativa dentro de una comunidad, por lo que es im­­pres­cin­dible estudiar la variabilidad de este código verbal en función de las reglas de uso fijadas y establecidas por cada sociedad y cultura. Así pues, se debe interpretar el significado de la lengua desde las reglas de uso comunicativo.
La competencia sociolingüística se refiere al conoci­miento que un hablante ideal tiene de las reglas socioculturales (de uso contextual y de gramática contextual) que le permiten una interpretación correcta del significado pragmático de los enunciados.

 

Cuadro 27.

La disolución de los problemas filosóficos depende de la comprensión precisa de los abusos y malentendidos de la gramática del lenguaje ordinario; o lo que es lo mismo, aclarar el modo en que las reglas de uso del lenguaje han sido violentadas.
La labor de la filosofía e señalar y clarificar dónde, cómo y por qué el lenguaje ha originado un problema filosófico. Wittgenstein lo expresa del siguiente modo: La filosofía es la batalla contra el aturdimiento de nuestra inteligencia por medio del lenguaje.

 

FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA

LA FILOSOFÍA ANALÍTICA: WITTGENSTEIN

 

 

 

Cuadro 5.

John Langshaw Austin (1911-1960) es uno de los más genuinos representantes de la denominada filosofía del lenguaje. Su obra más conocida, publicada póstumamente (1962), es Cómo hacer cosas con palabras. En este libro desarrolla su teoría sobre los actos del habla, en la que investigó durante  muchos años. Muy brevemente, Austin sostiene que en todo acto lingüístico hay que diferenciar la presentación o propuesta de lo que se dice (acto locucionario o locución), el significado psicológico y social de lo que se dice (acto ilocucionario o ilocución) y lo que se consigue con lo que se dice (acto perlocucionario o perlocución). Por ejemplo, amonesto a un alumno que habla en clase (locución), para expresarle mi descontento por la transgresión de una regla social (ilocución) y no vuelva a repetir esta conducta perturbadora (perlocución).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro 2.

Filosofía analítica. Es una de las corrientes filosóficas más importantes del siglo XX. Manifiesta un decidido interés por el papel del lenguaje en la reflexión sobre los temas y problemas filosóficos, tanto los de filosofía teórica como los de filosofía práctica.

 

 

Cuadro 3.

El Círculo de Viena se inició en 1920 por obra de un grupo eminente de matemáticos, físicos y filósofos que se reunían periódicamente en Viena para discutir sus planteamientos científicos y filosóficos e intercambiar conocimientos e ideas. Asistían, entre otros,  Moritz Schilck, Hans Hanh, Karl Gödel, Friedrich Waismann, Rudolf Carnap, Otto Neurath y Victor Kraft. De estas reuniones surgió finalmente una nueva corriente filosófica  contemporánea que se conoce con el nombre de positivismo lógico o neopositivismo. En el congreso para la Epistemología de las Ciencias Exactas, celebrado en Viena en 1929, se redacta un manifiesto programático que recoge tres grandes principios teóricos: aspiración al ideal de un a ciencia unificada asada en la física, utilización de la lógica-matemática y crítica de la metafísica como forma válida de conocimiento.

 

 

 

 

 

 

Cuadro 4.

Ciencia. Idealmente una ciencia es un sistema de leyes y teorías, articuladas de mayor a menor rango, sobre un área delimitada de la realidad. Como sabemos, hay distintos tipos de ciencias: experimentales (naturales y humanas) que a su vez se dividen en distintas ramas y especialidades.

 

 

 

 

 

 

Cuadro 8.

Para la filosofía analítica el protagonista de la reflexión filosófica es el lenguaje. Dicho con otras palabras, se trata de investigar lo que nos puede aportar el lenguaje sobre los problemas que plantea la filosofía.
La pretensión de la filosofía del lenguaje es resolver los problemas tradicionales de la reflexión filosófica (problema ontológico, epistemológico, antropológico, teológico, ético, político, estético, político…) desde las contribuciones que puede hacer sobre estos temas el análisis del lenguaje. Estos problemas clásicos se convierten ahora en los siguientes:
- Lenguaje y realidad.
- Lenguaje y conocimiento.
-Antropología lingüís­tica.
- Psicolingüística.
- Sociolingüística.
- Lenguaje religioso, moral, estético, político…

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro 6.

Fisicalismo. El concepto se refiere al lenguaje empleado por la física-matemática, tanto al lenguaje teórico de esta ciencia como al lenguaje experimental. Esta teoría epistemológica del positivismo lógico afirma que las ciencias sociales o humanas deben fundamentarse y organizarse según el método de las ciencias físicas.

 

 

 

 

Cuadro 7.

Ludwig Wittgenstein (1889-1951) nación en Viena. Estudió ingeniería, pero su verdadera vocación era la filosofía por lo que se trasladó a en 1912 a Cambridge para estudiar con Bertrand Russell. Prestó servicio militar en el ejercito austriaco durante la Primera Guerra Mundial.  Mientras estaba destinado al frente escribió su primera gran obra Tractatus lógico-philosophicus (1921). Entre 1920 y 1926 ocupó el cargo de maestro de escuela. Dos años después diseñaba y supervisaba en Viena la construcción de la casa de su hermana. En esta época conoció a los miembros del círculo de Vina, muy influidos pos la filosofía del atomismo lógico contenida en el Tractatus.A partir de 1929 se dedicó a la labor docente en la Universidad de Cambridge. Durante este período se inició su segunda gran etapa de reflexión filosófica. En 1953, con carácter póstumo, se publica su segundo gran libro Investigaciones filosóficas.

 

 

Cuadro 9.

Proposición. Una proposición es la expresión lingüística de un pensamiento en la que se afirma o se niega algo. Por tanto es un enunciado descriptivo susceptible de ser considerado como necesariamente verdadero o falso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro 11.

Metafísica. Es un saber especulativo y deductivo, es decir puramente racional; desde el punto de vista de la filosofía académica, es considerado como un saber primero que se ocupa de la fundamentación y del sentido último de los primeros principios o realidades más generales: el sujeto antropológico, la realidad exterior y Dios. La filosofía analítica rechaza a la Metafísica como una forma de conocimiento válido.

 

 

 

 

 

 

Cuadro 10.

Hecho. Para Wittgenstein, el mundo es el conjunto de los acontecimientos o de los hechos. Los hechos constan de cosas u objetos que son relaciones entre objetos. Los hechos pueden ser simples o complejos.

 

 

 

Cuadro 13

En el prólogo del Tractatus lógico philosophicus escribe Wittgenstein: Posiblemente sólo entienda este libro quien ya haya pensado alguna vez por sí mismo los pensamientos que en él se expresan o pensamientos parecidos. No es, pues, un manual. Su objetivo quedaría alcanzado si procurara deleite a quien, comprendiéndolo, lo leyera. El libro trata los problemas filosóficos y muestra —según creo— que el planteamiento de estos problemas descansa en la incomprensión de la lógica de nuestro lenguaje. Cabría acaso resumir el sentido entero del libro en las palabras: lo que siquiera puede ser dicho, puede ser dicho claramente; y de lo que no se puede hablar hay que callar. El libro quiere, pues, trazar un límite al pensar o, más bien, no al pensar, sino a la expresión de los pensamientos: porque para trazar un límite al pensar tendríamos que poder pensar ambos lados de este límite (tendríamos, en suma, que poder pensar lo que no resulta pensable).

 

 

 

Cuadro 12.

Entender la teoría figurativa del lenguaje del “primer Wittgenstein” supone comprender las siguientes ideas:
- De mismo modo que la estructura de una proposición está determinada por las reglas sintácticas que permiten combinar los términos de las diversas proposiciones, así la estructura de un hecho está determinada por las reglas ontológicas según las cuales se combina lo objetos.
- De los muchos modos sintácticos de figurar el mundo en las proposiciones, unos son verdaderos y otros falsos (aunque todos serán posibles figuras del mundo.
- Si infringimos las reglas de construcción sintáctica de las proposiciones sobre el mundo, el resultado no sería una figura proposicional (verdadera o falsa) sino un sinsentido. No figuraría un hecho, ni actual ni posible ni imposible, sino ningún hecho…

 

Cuadro 16.

Lógica formal. La Lógica Formal es la ciencia que se ocupa de las formas o esquemas válidos del razonamiento deductivo. Las ciencias formales  son las matemáticas y sus especialidades y la lógica formal y sus ramas. Los teoremas de la Lógica Formal o leyes lógicas proponen formas universalmente válidas de razonar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro 14.

La Lógica se divide en tres grandes ramas o especialidades: la Lógica Formal que es una teoría general del razonamiento deductivo, en el que se extrae o infiere una conclusión a partir de una o más premisas iniciales, la lógica Informal o teoría de la argumentación, en la que se tiene la intención de convencer a un interlocutor de una tesis o idea mediante el uso exclusivo de razones o argumentos y la Lógica Aplicada o teoría del conocimiento científico, que, a su vez, puede ser epistemología o teoría general del conocimiento y metodología de la ciencia. La primera es una ciencia formal, como las Matemáticas, de las que acaso sea su fundamento último, según considera la escuela Logicista de Filosofía de la Matemática. Las otras dos son partes o ramas de la Filosofía.

 

 

 

 

Cuadro 17.

Verificación. Es el procedimiento metodológico de comprobación de las proposiciones científicas. Intentamos comprobar que una propuesta científica es verdadera verificando su contenido con los hechos. Si el resultado de comprobación empírica  es positivo decimos que la proposición ha sido verificada o contrastada.

 

 

Cuadro 18.

No es lo mismo la verdad material que la validez formal de una proposición. La validez formal de una proposición depende exclusivamente del esquema o estructura argumental del mismo. En este caso, el razonamiento es válido en virtud de sus propios términos, sin tener que recurrir a nada externo a su pura formulación (la proposición 7+5=12 es verdadera trate de “peras o manzanas”). Las proposiciones de las ciencias formales se atienen, por tanto, al criterio de verdad formal. En las ciencias experimentales las proposiciones verdaderas o leyes se comprueban.  En las ciencias formales las proposiciones verdaderas o teoremas se demuestran.
Comprobación y demostración son procedimientos diferentes: comprobar es contrastar empíricamente, demostrar es probar deductivamente la coherencia y necesidad interna de una proposición formal. La Física es el ideal de las ciencias experimentales y la Matemática es el ideal de las ciencias formales.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro 19.

Criterio empirista de significado. Fue formulado por el filosofo empirista David Hume (1711-1776) y revisada por el positivismo lógico. Se puede enunciar del siguiente modo: una proposición puede ser considerada con significado cognoscitivo o epistemológico, si, y solo si, existe un procedimiento para su verificación empírica que la haga verdadera o falsa.

 

Cuadro 20.

En las Investigaciones filosóficas Wittgenstein abandona la teoría figurativa del lenguaje sostenida en el Tractatus. Ahora pasará de tener una concepción excesivamente rígida y formalista del lenguaje en la que sólo tienen cabida las proposiciones que se ajustan al criterio empirista de significado, a una concepción del lenguaje mucho más abierta, pluralista y, sobre todo, pragmática. En las Investigaciones el criterio de verdad de las proposiciones no será el significado empírico, sino el uso del lenguaje ordinario, del lenguaje que empleamos en nuestra vida diaria. Las tres ideas centrales que guían las Investigaciones son: 1) El significado de las palabras y las proposiciones es su uso en el lenguaje natural. 2) Los uso correctos del lenguaje se pueden averiguar en los distintos juegos del lenguaje. 3) No hay una definición esencial de los juego del lenguaje, tan solo mantiene un “cierto aire de familia”.

 

 

 

Cuadro 15.

Teoría figurativa del lenguaje. Teoría propuesta por el “primer Wittgenstein”. La idea central de esta teoría consiste en suponer que el lenguaje es una representación isomorfa del mundo: esto quiere decir que la estructura lógica de la proposición representa o figura fielmente la estructura ontológica o real del mundo.